Indiscipline !

Escribe Joan Guimaray*

Nun­ca como aho­ra, la demo­cra­cia se había vis­to tan ame­na­za­da por el sec­tor auto­ri­ta­rio, desho­nes­to y cri­mi­nal del país. Jamás como hoy y a ple­na luz de la razón, se había vis­to tan expues­ta al peli­gro de caer en el latente abis­mo del camu­fla­do des­po­tis­mo. En las últi­mas elec­ciones, el Perú no estu­vo como en estas cir­cuns­tan­cias, tan cer­ca de las gar­ras de quienes, con la anuen­cia de caza sine­cu­ras, chupóp­te­ros y opor­tu­nis­tas de todo pelaje, habían devas­ta­do sus recur­sos y conta­mi­na­do su savia durante la últi­ma déca­da del milenio.

Entendá­mos­lo de una vez por todas, que no es sufi­ciente la colo­sal movi­li­za­ción nacio­nal e inter­na­cio­nal de ciu­da­da­nos rea­li­za­da el martes 5 de abril. No bas­ta recor­dar con recha­zo la infaus­ta fecha de hace 24 años. Ni es sufi­ciente, la vehe­mente repul­sa a la can­di­da­tu­ra de la here­de­ra del régi­men más sinies­tro de la his­to­ria del país, si ante todo y sobre todo, no adver­ti­mos con sano jui­cio el esce­na­rio elec­to­ral de este momen­to. Pues­to que la hija del japo­nés, no jue­ga a ganar las elec­ciones sólo en las ánfo­ras y con la ayu­da del Jura­do Nacio­nal de Elec­ciones y la Ofi­ci­na Nacio­nal de Pro­ce­sos Elec­to­rales, sino además, jue­ga a dos posi­bi­li­dades más para arre­ba­tar­nos la demo­cra­cia a la que hace quince años, con sangre, sudor y lágri­mas, recu­pe­ra­mos en las calles.

De modo que, ya no es hora de que cada cual, sim­ple­mente se ocupe a apoyar al can­di­da­to de su legí­ti­ma pre­fe­ren­cia y respal­dar­lo has­ta con ímpe­tu para que resulte gana­dor en estas elec­ciones. Desde lue­go que tam­bién es sano y líci­to. Pero, no nos olvi­de­mos del supre­mo valor de la demo­cra­cia, úni­co sis­te­ma en el cual, a pesar de sus defec­tos e imper­fec­ciones, los ciu­da­da­nos pode­mos dis­fru­tar de la digni­dad y gozar de la libertad.

Entonces, reto­me­mos nues­tras convic­ciones demo­crá­ti­cas, pon­ga­mos por delante nues­tros prin­ci­pios éti­cos. Recor­de­mos que las cica­terías, los egos y los inter­eses par­ti­cu­lares son los que siempre nos han condu­ci­do por iti­ne­ra­rios equi­vo­ca­dos. Por tan­to, no per­da­mos de vis­ta al can­di­da­to pre­si­den­cial de ‘Per­ua­nos por el Kam­bio’. El mís­ter Kuc­zyns­ki, no sólo es un lob­bys­ta de reco­no­ci­da trayec­to­ria, sino además, es el hombre que lue­go de no pasar a la segun­da vuel­ta en las elec­ciones del año 2011, lo que hizo fue, apa­re­cer al lado de Kei­ko Fuji­mo­ri, respal­dan­do la can­di­da­tu­ra de la dama que ha sido rigu­ro­sa­mente ines­cru­pu­lo­sa en sos­te­ner que su padre jamás come­tió ningún deli­to y que sólo incur­rió en res­pon­sa­bi­li­dad polí­ti­ca. Por ende, no resul­ta difí­cil dedu­cir que don Pedro Pablo no piense lo mis­mo. Al fin y al cabo, repre­sen­ta el cam­bio con ‘K’ y nada nos ase­gu­ra que un hombre de nego­cios, finan­zas y bol­sas de valores, al ocu­par el segun­do lugar en la pri­me­ra vuel­ta elec­to­ral, no deci­da decli­nar su can­di­da­tu­ra a la contien­da de la segun­da vuel­ta, a fin de favo­re­cer a la hija del cleptó­cra­ta, su socia de pasa­das elec­ciones. En cuyo caso, nos vería­mos en el esce­na­rio de 1985, año en el que Alfon­so Bar­rantes declinó ir a la segun­da vuel­ta; conse­cuen­te­mente, García Pérez se hizo fácil­mente de la ban­da pre­si­den­cial. Y, si en esta oca­sión suce­die­ra tal even­tua­li­dad, no nos que­daría sino dos úni­cas posi­bi­li­dades: o resi­gnar­nos a sopor­tar la inexo­rable repe­ti­ción de la his­to­ria tenien­do como pre­si­den­ta a Kei­ko Fuji­mo­ri o salir otra vez a las calles.

Aunque la hija que des­tronó a su pro­pia madre del honorí­fi­co car­go de Pri­me­ra dama durante el opro­bio­so régi­men de su padre, no sólo jue­ga a esa posi­bi­li­dad, sino tam­bién, espe­ra muy deseo­sa una ter­ce­ra pro­ba­bi­li­dad. Ansía que la can­di­da­ta del ‘Frente Amplio’, doña Veró­ni­ka con ‘K’ sea la que ocupe el segun­do lugar en las vota­ciones de pri­me­ra vuel­ta. Entonces, cree que le sobrará argu­men­tos para enfren­tar­la y ganarle fácil­mente en la segun­da vuel­ta. Una jauría de ladra­dores con sel­lo de ‘K’ le sal­tarán al cuel­lo. Le acu­sarán de cha­vis­ta, de huma­lis­ta, de comu­nis­ta, de nacio­na­lis­ta, de roja y de ‘ter­ro­ris­ta’. Has­ta las oscu­ras agen­das de doña Nadine, vol­verán para mancharla.

Espe­ra­mos que la tarde del domin­go 10 de abril, nadie diga que no lo adver­ti­mos. Sabe­mos que doña Veró­ni­ka Men­do­za, no viene de la izquier­da orgá­ni­ca ni pro­gramá­ti­ca, sino, nace en la coyun­tu­ra y viene del nacio­na­lis­mo, pero, nadie puede negar que repre­sen­ta una opción. Esta­mos advertidos.

*Escri­tor y per­io­dis­ta peruano.