ACERCA DE COSAS QUE SE ESCUCHAN POR DOQUIER
Ecrit par Gabriel Salinas, 17 Mar 2011, 0 commentaire
Gabriel Salinas alvarez, Doctor en Ciencias sociales –U.L.B.
Todo lo que pudiera decirse acerca del desastre nuclear en curso, es poco. Resulta consternante ver como los comentarios de mucha gente se desvían de lo esencial. Afirmaciones del tipo “no existe el riesgo cero”, “las energías alternativas no son ni suficientes ni baratas…”, “no hay que generalizar, cada caso es particular…” etc. etc. Es evidente que, una vez acaecido el desastre, las alternativas inmediatas no existen y los acontecimientos adquieren ese terrorífico carácter de tragedia inevitable.
1. Es verdad que toda acción implica efectos imprevisibles y riesgos imponderables, decirlo no es sino enunciar una tautología, pues es IMPOSIBLE prever todo, ya que la realidad es irreductible a una ecuación que abarque la infinita gama de posibilidades de variación de lo real. Por ello es que, trabajar sobre la realidad con eficacia, supone entender su naturaleza compleja; lo que implica concebir la acción de un modo programado (para dar cuenta de los aspectos constantes de lo real); acción “programada” que no sirve de mucho sin una “estrategia” que permita llevar a cabo las acciones necesarias para hacer frente a lo imprevisto, a lo que el “programa” no puede anticipar.
Corolario: como la realidad es SIEMPRE MÁS RICA QUE TODAS LAS PREVISIONES IMAGINABLES, ANTE EL RIESGO IMPONDERABLE ES IMPRESCINDIBLE LA PRUDENTIA ‑de los latinos‑, (la frónesis de los griegos). Y en el ámbito del desarrollo técnico-económico-científico: FRUGALIDAD Y SOBRIEDAD (Hans Johnas).
2. Es evidente que las energías alternativas conocidas hoy, no son ni suficientes ni baratas para asegurar el suministro energético de una economía voraz, de una producción despilfarradora y de un modo de vida irracional y mortífero. La energía compatible con ese tipo de economía, con ese tipo de producción y con ese modo de vida, es ‑por lo menos así lo parece- la energía nuclear. El desastre que estamos COMENZANDO A VIVIR nos indica que, los “atributos positivos”, de la energía nuclear están subordinados a esa cláusula fáustica que impone un carísimo rescate a pagar a la sociedad que desea disponer del poder gigantesco que ofrece la manipulaciòn de la energía atómica.
La cuestión central no es la de encontrar el combustible adecuado a las exigencias de un modelo de desarrollo absurdo y necrófilo, sino encontrar la manera de reemplazar este modelo mercadólatra, econocrático e incapaz de satisfacer las necesidades más elementales de la población del planeta. Y al decir “reemplazar” no se debe entender, cambiar el personal político que toma las decisiones, sino, cambiar las prioridades a las que obedecen las tomas de decisión en todos los niveles de la vida social. La economía y la tecno-ciencia no deben seguir siendo la primera y última ratio en la gestión de las cosas humanas.
Corolario: es imprescindible que los destinos de la humanidad no sigan entre las manos de los chapuceros que dirigen las empresas transnacionales, las altas finanzas, los FMI, los BM y los gobiernos que ejecutan sus desiderata. Las gentes de a pie, tenemos mucho que decir acerca de lo que queremos, pero sobre todo, acerca DE LO QUE NO QUEREMOS PARA NOSOTROS Y PARA NUESTROS HIJOS Y NIETOS.
3. El que “no se debe generalizar”, el que “cada caso es particular” etc. es el tipo de afirmación cuya estupidez y cinismo son tan flagrantes que resulta degradante detenerse a refutarlas. Pero su uso es tan extendido y su obscenidad tan insultante que cuesta mucho permanecer indiferente ante tales afirmaciones. Sólo me permito decir que, después de cada desastre de éstos, todos los responsables, y sus acólitos, siempre han dicho que, “lo acontecido allá, es inconcebible acá”. Los pocos días transcurridos desde el maremoto del viernes 11 de marzo, son demasiado ricos en ejemplos de la inanidad de este tipo de declaraciones. Japón ha sido considerado, con razón, un ejemplo de rigor y de avance en el uso generalizado de las más sofisticadas técnicas en los más diversos ámbitos, además la población ha dado muestras de una extraordinaria disciplina, civilidad y temple ante la catástrofe; pero todo esto no impide que lo peor no pueda ocurrir.¿qué podríamos esperar si en nuestro país aconteciese un desastre de semejante envergadura? Una catástrofe análoga puede acontecer aquí, y en cualquiera de los países en los que la vida social, es decir, el conjunto de las actividades humanas, están subordinadas a la lógica mercantil, para la cual los criterios de verdad se reducen al análisis costo/beneficio, lo que equivale a afirmar, que tales desastres pueden ocurrir en todo el planeta, sin excepción; lo que acabo de decir es casi un eufemismo, pues, no es que “pueda ocurrir” sino que ESTÁ OCURRIENDO Y EL ESPANTO DE LO QUE ACONTECE HOY EN JAPÓN, ADEMÁS, TIENDE A OBNUBILAR LA MIRADA, RESTANDO AGUDEZA Y URGENCIA A LOS OTROS HORRORES QUE PADECEN NUESTROS HERMANOS DE OTRAS LATITUDES, VÍCTIMAS TAMBIÉN DE UN ORDEN POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL INJUSTO, ABERRANTE Y MORTÍFERO.
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